lunes, 11 de octubre de 2010

la sociedad en la que cae uno





Antes de iniciar con la respectiva -y ausentada- entrada, quisiera dar las gracias a los seguidores del blog, a su alargada espera. ellos han estado ahi. muchas gracias.

Como se daran cuenta (por el mismo tono de letra) me veo adentro de un clima mas informal. Esto es propio de esta entrada y tambien responde a una soltura intelectual por el tipo de medio (que por cierto no habia advertido con anterioridad) en el que me desenvuelvo, me desenvolvere, si dios lo desea.

Si me permiten, tambien dare el prefacio de mis ganas de compartir arquitectura por este, mi medio fiel.¿ y por que?, diran algunos. Bueno, eso se explicara en un proximo encuentro (adelantare al menos que se relaciona al principio observador y creador, excesivo adelanto).

Asi que ya saben el blog literario se abre a blob artistico.

Avanzando, entrando, prendiendo la luz a la historia que doy, en si, indicare como aclaramiento, alumbramiento que no tengo capacidad del acceso de a pocos. Por razones o viscerales o autosuficientes me adecuo con mayor facilidad al estilo descarado -ruego entiendan, entonces, la facilidad con la que omito los cambios de escenario-.

Ayer, dia con aires a lunes, con aires apurados y religiosos, caminando en los interiores de la sala, encontre el suplemento con el rostro medianamente tapado por su cerquillo pelicano y el nobel bajo su mirada indagante, la seccion dominical del comercio. me parecio adecuado ver tal remembranza a don mario-hasta electricamente-.

lleve el dia de manera normal, sin mirar mucho tal documento. lei, en sobremanera, su articulo de la seccion principal, que fue tiernamente adecuado.

Pense, como siempre, en los propositos de las acciones que cometi, en lo poco que puedo cambiarlas, en lo orgulloso que estaba de la amistad que habia hecho con una señorita de facciones edulcorantes, tiernas y bastante sensuales.

Llego la tarde, como todos los domingos -a una velocidad mesquina y malcriada-. Ya eran los 15: 59 cuando me aventure a alzar el manuscrito petiso, despues de haber hablado con unos amigos por messenger. le di dos miradas. lo lleve donde lo leeria.

Al principio pense encontrar comentarios de terceros, en tales celebraciones, pero me di con la sorpresa de muchos articulos anteriores del nobel. Me dije a mi mismo: si la guerra del fin del mundo me parecio tan epicamente agradable en formas, porque no dar una ojeada al articulo que mas me llame. Pimero lei sobre recomendaciones sobre sus libros, luego entre a una imagen que me parecia descontextualizada, es ahi donde halle mi mensaje oculto.

El tiburon partido en tres imagenes me llamo la atencion, no esperaba su posterior critica.

En este articulo, Vargas Llosa, nos habla sobre la relevancia de la frivolidad juvenil en las actividades que nos rodean -diciendolo como joven propio-. Tuve una especie de deja vú.

Recorde cuando alguna vez cuando hable con Alex y con Milagritos, era en tiempos libres de la conferencia: 10 arquitectos peruanos de renombre, acerca de ese tema. El movimiento de mi tenedor en la salchipapa, debidamente condimentada, se habia omitido por el enfasis que despedia alguna palabra que habia mencionado. Recuerdo que hablaba sobre lo poco productivo que era desperdiciar nuestro tiempo en actividades de poca riqueza intelectual, de poco avance existencial. Ellos, por el contrario, apelaban a la necesaria riqueza de estas para alimentar los intintos inmediatos y la satisfaccion fisica -antidesestresante- que tenian. Se mencionaron mas temas, como lo poco saludable del ejercicio mental continuo en cada asunto. En ese momento, como lo hice otra veces, me senti con una doble respuesta: contento por lo productivo de la conversacion y jodido por lo ñoño que habia podido parecer al incentivar la abstinencia total.

Ahora, viendolo bien, me siento contento -como me pasa con muchas ideas que sostengo, con una vehemancia tozuda-. siento que esa idea se concretiza en una mejor, con un refuerzo intelectual, con el refuerzo del relator de Canudos.