lunes, 18 de enero de 2010

ANTOLOGIA I

ANTOLOGIA I

Si bien hay quienes se averguenzan de sus mas antiguas redacciones, yo no.

A ELLA

Por estos viajes potentes y flameantes, veo
Venir casi insustancialmente el
Recuerdo de la chica que entro
En mi salón desde atrás con su
Sonrisa escondida, recuerdo
El ruido del salón en ese momento, su
Nombre que batía records de
Repeticiones en mi mente infantil de experiencias.

Entregó su diestra y siniestra
a distintas glosaicas redes
de recuerdos efímeros y
suaves vertientes.

Se fue tal como vino y yo la seguí
y ella corrió más y la espante con
mi interés sin escuchas.

Prontamente en un espacio de años
vi mis recuerdos con ella ir venir
mientras los sentimientos oscilaban
en énfasis caudillista con o
sin ella, siempre con su silueta.

La quise, la quise tanto, pero por
qué. No lo se. Tal vez por el sol, por
la luna que sabe esperarla, por la
vista a otros con la misma suerte, por
su alma hermética y distinta, por
su aire de belleza, por mi presión
externa, por su cabello lacio y su piel atrayente cautivadoramente.

Ahora veo que el poema va
hacia un sentido, es una catarsis.

Pero, pero creo que esto
es lo mejor si…
dejar que
mis pensamientos
Naden entre estos
Recuerdos tan dignos
de contar, tan sutiles
Para mi mismo, o tal vez para ella.

Ella ahora ya no esta, tomó
un camino después de
Estocarme con un fuerte
saludo de despedida sin comienzo.


Sin mirarme ni una sola
vez como algo más de lo que decían,
Sin mirarme ciertamente.

LA CAIDA

Caída de edad eterna,
Hecatombe…

Cayendo
De espaldas
En siluetas de ajedrez.
Llevando
Una tristeza
En la espalda, vivo yo.

Como el ataúd de la vida misma
En un fuego de lágrimas (llevando su mar) puede
Siempre el hombre ser mas humano
Que lo salvaje si viviera con los oídos en los labios…

Como…

Cuando las lunas viertan su sentido
Común, amaneceré reflejado en su
Sentido de obsesión, su sentido
De gravedad caído hacia la indirecta.

Ciertamente llevo, así
Ocultamente, cuando
Veo los hombres con cuernos
Peludos, los hombres de
Agua materializándose
Con sus manos en su fuente.

Y cuando veo al pantalón gritando
En la cabeza de un hombre en el piso suave.

CAMINO ALADO

Camino pasando, saltando
Cogiendo y estirando las
Trenzas por el callejón lleno
De ideas, pero cuando creo ya terminar
El camino… caigo y vuelo como un pájaro alado
Y es ahí donde atravieso los pueblos con
Una velocidad tensa y potente.

Llena de espinas atravesadas
Por relojes que decidieron
Llevar su vida a la carga de
Su ausencia, de esos relojes
Que caminaban por casi toda
Las tumbas sedientos de infartos.

Ahora, en cuanto a los cuervos
Enormes en mi cuarto he
Decidido atormentarlos
Contadoles historias de
Funerales, de cambios
Permeables…

Solo así ellos verán la vida
Con unos ojos pesados y lloraran… ah lloraran

DIA DE FIESTAS PATRIAS

Soy yo a esta hora, son las 20: 30, buen día.

Hoy fui una imponente presencia en los espacios del vacío de la mente de lo que para mi es la sombra de las personas que vuelan a mi alrededor.

La iniciativa de las letras en la composición, son algo más difícil que esto, es decir, que la naturaleza del nacimiento de las letras en el papel impreso.

Andrea continúa creando esas sombras de desolación con efectos curvos y llamaradas que tocan los lados árticos de mi cráneo.

... silla en la mesa de enfrente, silla de rojo como sangre hirviéndose.

Me gusta mucho la sensación de quietud de los días lunes que tienen ese olor a gris y los rezagos blancos de las dominicales presencias.

Un ratón con patines y una cara muy seductora pasea de arriba abajo por la, llamada por Kevin, caja muy boba.

20: 38 apuntare la hora cada vez que sienta que algo saldrá mal.

La generación es como la energía, no nace ni se destruye

Sólo cambia de horarios.

EDIFICIOS

El arco iris de la noche.
Las estrellas de la tierra.
Son los edificios en la hora del sueño.

Mirad esas imágenes.
Esos brillos de recuerdos eléctricos y vidas
Vigentes.

La ciudad dibuja y cuenta historias
De las mejores noches con los
Edificios como protagonistas
Y eternos intérpretes.

El coro es la música de los karaokes.

Los carteles son las imágenes
Estroboscopias y fenomenales.

La música duerme en los días
Y renace en los ojos de los rascacielos.

Las venas del festín serán siempre
Las carreteras con sus vagas leyendas
Y sus audaces carreras.

La noche siempre es el día de los gigantes.

EL CRUCE

Es algo así

Camino
Entre las avenidas: Uruguay, argentina
Y la otra misma pista a la vista.

He visto a una mujer
Arrastrando en actitud
Desafiante a su fruto manzano en
Luz roja.

Lo ha hecho en contra
De su actitud de rechazo, él
La desobedece con sumo rechazo.

Le ha desgarrado los brazos. Le ha
Arrancado los nervios, la
Madre no es madre porque
Lo entrega a la muerte de la luz roja.

El niño entonces rechazó
Su conciencia innata, de ser conciente y se dejo
Arrastrar en paralelo
Cual carro de marca sediciosa, dejando
Su detención en las huellas
Arrastradas por la avenida antes dicha.

Otra no muy lejos, hace
Lo mismo… como un reptil inaceptable, vacua de calma.

Cruza otra pista
Sellando su paso en la sombra negra del puente en vista.

Lo hace en contrarreloj sin ojo, cubriendo su incapaz
Vida con un coche que llora de vergüenza, de
Tristeza y de inconciencia.

Pues, ahora ya habiendo recordado
Esto, con un polo negro
Como el viento.
Digo siempre como
Quien sabe, cuantas más
Habrá, madres así, que en
Su misma ausencia llena,
De su niño con su hueco, el vacío.

EL MARCO


Con una pestaña del viento.
Con una perfecta serenidad y bondad.

La tristeza camina desde la alcantarilla
Y se abre pasos entre las celdas.

El cuadro que yace con ansias dormidas.
Sonríe en cámara lenta.

Un niño llorando sobre el cadáver
De un ser metálico.

Un tenedor con alma de poeta.

Es aquel el final de la sonrisa del marco
Que duerme, renace y llama en al arco.

Llega un pie de la tierra y otro del aceite
Del volswagen mirado inquietantemente.

Desde la fantasía del cuento de la tinta azulada.
Traído desde el trazo inerme del poeta ausente.

EL SALON

Dos raíces han decidido
Crecer, una vez, habiéndome
Visto como lloraba ese
Sulfuro liquido del vidrio.

Las ventanas lloran, gritan y vierten
Locuras irrepetibles, siempre y
Cuando le dé un viento de espalda.

Cabe decir que la pizarra se ha vuelto
Verde por la risa que contiene de verme
A mí y a mis extensiones durmiendo,
Y creyéndome nube risueña de los
Ríos que se mueven por las carpetas,
Saltando y danzando en una frugal
Fiesta de sonidos a tizas…grita.

Por ultimo los profesores llegan marchando
Con una espada en la espalda
Y dictan clases casi por repetición
Hasta que despiertan las ansías de ser
Cocinero y untar una leve mantequilla
Verde en su calvicie.

Oh… y los recreos son cual
Autobús sin piso, llevando vidas en cantidad.

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