-No es que me sienta bastante mal por los problemas que suceden a mi alrededor, simplemente no le presto la atencion que, segun tu, es la necesaria.
-Actuas de manera muy rara-me afirmo despidiendo su voz que daba saltos de su esencia hasta mi extraña interpretacion. Ella estaba ahi, musitando esa sonrisa tan inentendible para mi que no cabia tan poca comprension de mi persona. Eramos los dos en esa silla de la calle 34 del jr..... Eramos: ella, mis confusas ideas y yo.
-Actuas de manera muy rara, ultimamente- suspiro peinando su largo cabello con aire virtuoso.
Dichas ya estas dos afirmaciones, senti necesario tomar provecho del fuego que causaban las luces del farol y de los arboles que gritaban una palabra mia en su insoportable silencio.
-no nada-vacile, seguramente ella lo noto.
-sientes que...
-yo...
-que, que decias
-no nada-murmure como suplicando que me siga presionando. el silencio continuo a una peticion implicita hacia notar su falta de interes hacia mi presencia. era doloroso llegar a esta conclusion por lo cual siempre maquinaba alguna excusa mas buscada.
-ya volvemos?- me dijo
era increible como una palabra con aire tan poco pecaminoso podria traerme tanto dolor. cada ademan, cada movimiento, cada palabra traia consigo tanta cantidad de calamidades.
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