
Existia de hace algun tiempo un perro llamado Circus, creia mucho en su libertad de expresarse con otros perros, pero mas aun creia en la posibilidad de intentarlo con un ser humano. Admiraba mucho las acciones humanas, la capacidad de reir, la capacidad de llorar, la posiblidad de emanar musica de sus fosas y sus bocas.
El dia jueves, que amanecio con una llovizna medio maniaca en Lima, Circus dejo sus trastos tal como los dejaba siempre y recorrio las avenidas acostumbradas en su circulacion habitual. Habiendo pasado ya unas horas, sin salirse de la rutina, encontro una pequeña moneda que levanto preguntandose como la usaria.
-mira causita, eso es un dispotivo para aumentar de peso.-menciono sin mirarlo su amigo paquito - el perro peruano-. hace tiempo que iba por esa calle larco vi a un viejo que pedia a gritos una como esas , bien flaco estaba.
- y eso...
-pera pes, la cosa es que me quede pensando en eso, luego vi a un chico bien rosado y regordete, parecia un chancho- rio un poco.Y pues vi como se le caia esas piedras de sus bolsillos, facil que los gordos llevan eso en su cuerpo y es los hace engordar mas.
-y por eso piden en la calle, por eso piden monedas, para engordar?
-claro pues
-y para que alguien, quiere ser gordo?.-dijo el perro Circus, oliendose una pata.
-no se, para quedarse mas tiempo en el piso.
- hablas tonterias oye. si en verdad quisieran eso ¿porque luego quieren bajar de peso?
La moneda se mantenia dando saltos en el lomo medio reseco del lomo del buen perrito que no sabia donde mas preguntar. Hablo con un perro medio loco, con un señor que dijo ser su padre, con un ventilador, que nunca respondio, hasta que se sintio algo incomodo con la presencia de esta virtud.
Caminó y caminó hasta que perdió rastro de su origen y sintio preocupación por su posiblidad de volver. Ni bien sintio emerger el susto por su espina divisó un anuncio muy agradable a la vista, una hamburguesa fosforescente.
-yo te digo que es una farsa para ganarse mas publicidad
-es verdad
Dos perros de raza desconocida, como la de nuestro -digamos-heroe, discutian.
-disculpen, señores, saben donde alguien puede dormir?
-un toque, un toque, mira yo se que este pata dice cosas hilarantes y hasta ficticias, aparentemente, pero es verdad. la vida toma ese ritmo acelerado cuando rompes parametros morales.
-eso o acabar con lo que se llama moralidad.
-no se acaba
-si, si se acaba, no me imagino lo que ser hijo de ese enfermo, decir por todos lados que es marica.
-perros!
-ya, ya chibolo tampoco te ases.
-si oye no te pongas faltoso.
-perdonen, perdonen.-dijo Circus recuperando la compostura, siempre oliendo un poco su pata.
Los periodicos eran amarillos y olorosos, estaban dentro de un hueco que parecia creado por las peores mentes maquiavelicas del horror, esa seria su casa por esa noche, era mejor que la otra.
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