
A veces tengo mucho aburrimiento de lo poco que consigo al dar una vuelta por la cuadra. Veo a mis patas charlando de las novedades de alguna fiesta: seguro alguna pelea o algun amorio clandestino, veo a los dueños con sus perros caminando de manera alegrona, paso por la iglesia para ver que estara haciendo el grupo de los sabados (ya que muchas veces se reunen los jueves para hacer una oracion o algo asi).
Felizmente la historia que les contare a continuacion tiene mucho de diferente. Para empezar cuando salia, poniendo las llaves en mi bolsillo, sono mi celular. Vaya novedad. Suena, normalmente, para que me lleguen mensajes de novistar. pero no... en esta ocasion era el chino Lucho contandome que queria verme en su casa, para ayudarlo con un asunto.
Eligiendo entre dar una vuelta o ayudar a alguien, elegi lo segundo (no soy caritativo, solo queria sentir algo de utilidad en mi).
-si?
-disculpe, ¿se encuentra Luis?-dije, en lo que la puerta me interrumpia, abriendose.
-hey, ¿que fue?-le dije, mientras los saludaba y me sentaba en su mismo sofa.
-nada tio, sino que mi vieja me dijo que pagara la luz y es una huevada ps.
-y quieres que te acompañe.
-es una huevada, hoy todavia hay una colaza- me hablaba a la distancia, mientras recogia una gaseosa de su refrigeradora.
-pasate una.
-¿helada?- me dijo, mostrandome una cerveza.
-no ps huevon -le replique largamente.
-jaja, era broma, toma, vamos.
carajo. la cola no tenia final.
-y ese sol de mierda que hace-le dije, llegando a la mitad de la gaseosa. la ventaja de visitar seguido a Luis es que siempre tenia algo que ofrecer.
-jaja, ya no te quejes tio.
-encima esta huevada de cola se pone en la zona donde no hay sombra, mierda.
-jajaja, verdad ¿no? no te preocupes la sombra nos alcanzara en algun momento.
-¿cuantas horas piensas estar aqui, ah? pronuncie alejandome de su ubicacion en la fila.
-¿a donde vas?
- a mi jato, me llego. voy a comprar algo y vuelvo.
-comprame algo de pasada pues.
-haber, haber- mientras me acomodaba el short, le dije-. No jodas oye, me das 20 lucas, no me va a cambiar.
-tu crees.
-ya ya pasate, vere que hago.
camine unas cuadras buscando una buena bodega, con menudo calor en mi espalda, hasta que me adentre en una bodega algo grande.
-¿me acompañas a comprar algo de comer?- me dijo nilda, mientras bajamos la escalera del pabellon A de la facultad.
-vamos.
-¿como te fue en el examen de calculo?
-creo que bien, creo que bien -añadi.
-deme una empanada y una gaseosa-le dijo a la señora-¿tu quieres?
-estoy bien.
mientras volvimos recorde una imagen y no pude evitar contarselo.
-nilda, termine la relacion.
-¿que paso?
-bueno, -le dije, sentandome- creo en algo, creo que pienso cambiar en algo.
quiero hacerte caso. quiero cambiar mi manera de pensar en esto.
-sientate, quiero hablarte de algo.
despues de haber movido de un lado para otro esa bebida, solte mis palabras.
-Maria, cuando estoy contigo me siento bien, siento que me gustas. te quiero. quiero que seas mi enamorada. no quiero alguna excusa, quiero saber si sientes lo mismo por mi.
-yo lo siento, pero...
-dime las cosas como sean.
-no, no siento lo mismo por ti.
-ya veo. entiendo. no pasa nada, ademas fue un peso menos encima de mi.
-Nilda, crees en la espera ¿verdad?
-siempre te lo he mencionado.
-yo creo que si no sentia lo indicado para este tiempo, no esta mal cortar por lo sano. no queria que pensara que sentia algo que no...
-entiendo...
compraba mirando a la chica de blanco mirandome igualmente. era paralizante. era satisfactorio. era como imaginaba que debia ser.
Felizmente la historia que les contare a continuacion tiene mucho de diferente. Para empezar cuando salia, poniendo las llaves en mi bolsillo, sono mi celular. Vaya novedad. Suena, normalmente, para que me lleguen mensajes de novistar. pero no... en esta ocasion era el chino Lucho contandome que queria verme en su casa, para ayudarlo con un asunto.
Eligiendo entre dar una vuelta o ayudar a alguien, elegi lo segundo (no soy caritativo, solo queria sentir algo de utilidad en mi).
-si?
-disculpe, ¿se encuentra Luis?-dije, en lo que la puerta me interrumpia, abriendose.
-hey, ¿que fue?-le dije, mientras los saludaba y me sentaba en su mismo sofa.
-nada tio, sino que mi vieja me dijo que pagara la luz y es una huevada ps.
-y quieres que te acompañe.
-es una huevada, hoy todavia hay una colaza- me hablaba a la distancia, mientras recogia una gaseosa de su refrigeradora.
-pasate una.
-¿helada?- me dijo, mostrandome una cerveza.
-no ps huevon -le replique largamente.
-jaja, era broma, toma, vamos.
carajo. la cola no tenia final.
-y ese sol de mierda que hace-le dije, llegando a la mitad de la gaseosa. la ventaja de visitar seguido a Luis es que siempre tenia algo que ofrecer.
-jaja, ya no te quejes tio.
-encima esta huevada de cola se pone en la zona donde no hay sombra, mierda.
-jajaja, verdad ¿no? no te preocupes la sombra nos alcanzara en algun momento.
-¿cuantas horas piensas estar aqui, ah? pronuncie alejandome de su ubicacion en la fila.
-¿a donde vas?
- a mi jato, me llego. voy a comprar algo y vuelvo.
-comprame algo de pasada pues.
-haber, haber- mientras me acomodaba el short, le dije-. No jodas oye, me das 20 lucas, no me va a cambiar.
-tu crees.
-ya ya pasate, vere que hago.
camine unas cuadras buscando una buena bodega, con menudo calor en mi espalda, hasta que me adentre en una bodega algo grande.
-¿me acompañas a comprar algo de comer?- me dijo nilda, mientras bajamos la escalera del pabellon A de la facultad.
-vamos.
-¿como te fue en el examen de calculo?
-creo que bien, creo que bien -añadi.
-deme una empanada y una gaseosa-le dijo a la señora-¿tu quieres?
-estoy bien.
mientras volvimos recorde una imagen y no pude evitar contarselo.
-nilda, termine la relacion.
-¿que paso?
-bueno, -le dije, sentandome- creo en algo, creo que pienso cambiar en algo.
quiero hacerte caso. quiero cambiar mi manera de pensar en esto.
-sientate, quiero hablarte de algo.
despues de haber movido de un lado para otro esa bebida, solte mis palabras.
-Maria, cuando estoy contigo me siento bien, siento que me gustas. te quiero. quiero que seas mi enamorada. no quiero alguna excusa, quiero saber si sientes lo mismo por mi.
-yo lo siento, pero...
-dime las cosas como sean.
-no, no siento lo mismo por ti.
-ya veo. entiendo. no pasa nada, ademas fue un peso menos encima de mi.
-Nilda, crees en la espera ¿verdad?
-siempre te lo he mencionado.
-yo creo que si no sentia lo indicado para este tiempo, no esta mal cortar por lo sano. no queria que pensara que sentia algo que no...
-entiendo...
compraba mirando a la chica de blanco mirandome igualmente. era paralizante. era satisfactorio. era como imaginaba que debia ser.